Halloween llegó para quedarse y hoy es una celebración que cada día suma más adeptos, algo que se puede ver claramente con la oferta de disfraces, dulces en el supermercado y tiendas en general.
Su celebración estuvo paralizada por dos años producto de la pandemia del Covid-19, que invitaba a quedarse en casa y a evitar el contacto directo con muchas personas, lo que pasa siempre en esta fiesta de Halloween donde los niños van pidiendo dulces casa por casa.
Pero este año se espera que vuelva la tradición y las fiestas que se realizan tanto en condominios como en edificios residenciales, donde si bien antes había cierta apatía por los niños pidiendo dulces, hoy son bien recibidos por los vecinos.
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Halloween: Dulces o travesuras en condominios y edificios
Las celebraciones en ambos casos son distintas. En los condominios los vecinos se preparan y adornan sus casas con los mejores diseños de terror estilo Halloween. Si la casa esta con toda esta ornamentación, es señal de que sus residentes están dispuestos a regalar dulces a los niños que pasan por su puerta. Algunos incluso adultos se disfrazan y crean una gran ambientación para recibir a los pequeños.
La calle en estos casos es tomada por los menores y es fácil ver a todos caminando disfrazados en busca de la mayor cantidad de dulces posibles.
En el caso de los edificios de departamentos la realidad es un tanto distinta. Al ser un recinto más privado, los vecinos muchas veces no se suman a esta celebración y los niños que allí residen, salen a las calles en busca de casas adornadas, dispuestos a regalar un dulce o travesura y celebrar Halloween.
Sin embargo, en los últimos años y principalmente gracias al uso del WhatsApp de vecinos, esta realidad ha ido cambiando, puesto que hay mayor contacto entre los residentes de un edificio, algo que antes no se producía y muchos adornan sus puertas como señal de que podrán entregar dulces a los niños.
Hoy incluso, en comunas como Providencia o Ñuñoa, algunos más organizados, realizan fiestas en los espacios comunes, como el salón de eventos, donde tras la recolección de dulces de Halloween, los niños y familias se reúnen para celebrar.
En esta línea, se recomienda a los administradores de edificios, prever si algunos residentes quieren hacer actividades para los niños. En caso que no se exprese lo contrario en el Reglamento de Copropiedad, es una actividad que podría llevarse a cabo.
Además este momento de recreación implica un alto tráfico en ascensores y/o escaleras, y las áreas comunes del edificio, por lo que siempre es bueno tener una coordinación previa con los vecinos, para evitar aglomeraciones.
También debe haber claridad sobre quienes ingresan al edificio en esta celebración de Halloween, registrar a las visitas, para así evitar robos o cualquier problema con los niños, que muchos pueden estar sin supervisión caminando por el edificio.
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